¿CÓMO SE FUNDÓ LA CONGREGACIÓN?
En el viaje de Monseñor Ramón Zubieta a Europa para ser Ordenado Obispo, expone al Papa Pío X sus planes, y conseguirá su sueño de encontrar Religiosas para sus misiones. Visita el Convento de Dominicas de Santa Rosa de Huesca quienes aceptan su pedido. Son asignadas varias Religiosas para esta misión. En noviembre de 1913 regresa al Perú al frente de una expedición de cuatro misioneros y cinco religiosas Dominicas de Santa Rosa de Huesca.
Este viaje será decisivo para conocer a Madre Ascensión, quien de entre las religiosas destaca por sus dotes y porque en el futuro será con quien mantenga una comunicación de dimensión humana y espiritual muy profunda y con la que compartirá ideales misioneros, planes y proyectos que sentarán las bases de una nueva congregación misionera.
Una vez instaladas las religiosas en el Convento del Patrocinio de Lima se inician los preparativos para el viaje a la selva. Muchas personas no acaban de creer que estas religiosas tuvieran el valor suficiente de penetrar en la selva por caminos y en circunstancias extremadamente difíciles. “Imprudencia”, “temeridad”, “locura” son los calificativos que aplican a este plan. Superadas las primeras dificultades para poder contar con los medios necesarios, en junio de 1915 las tres primeras religiosas se traslada a Puerto Maldonado, para trabajar en el primer centro educativo y en medio de los nativos.
La experiencia del trabajo misionero, las dificultades de coordinar y comunicarse con las religiosas del Convento de Huesca, la necesidad de nuevas vocaciones y nuevas formas de vida para esta nueva misión, irá dando las pautas para la organización de una nueva Institución a la que Mons. Zubieta irá dedicando sus desvelos, trabajos, ilusiones y proyectando la organización oficial que precisa para darle forma y consistencia como congregación misionera.
Se tramitan los asuntos oficiales y el 5 de octubre de 1918 se funda la Congregación de Misioneras Dominicas del Rosario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario